Reconocida internacionalmente por la búsqueda de propuestas para el habitar moderno, Zaha Hadid realizó estudios topográficos abstractos para intervenirlos con obras fluidas, flexibles y expresivas que evocan el dinamismo de la vida urbana contemporánea.
Con el objetivo de conocer con mayor profundidad el proceso creativo y desarrollo de proyectos profesionales de la arquitecta fallecida en 2016, hemos realizado una selección histórica de sus pinturas que expanden el campo de exploración arquitectónica con ejercicios abstractos en tres dimensiones que proponen una nueva y distinta visión del mundo, cuestionando las bases físicas del diseño, produciendo la base continua y creativa a lo largo de su carrera.
¿Cuáles fueron las primeras inspiraciones de Zaha Hadid?
Desde el comienzo de su carrera Zaha Hadid se vio influenciada por el artista Kazimir Malevich lo que la llevó a utilizar la pintura como herramienta de exploración para el diseño arquitectónico. Durante la década de los 80, antes que Zaha hubiera llegado a concretar obras, se vio enfrentada a fructíferos años de diseño arquitectónico teórico, sin construcción, que marcaron un precedente continuo a lo largo de su carrera, consolidándose en forma material en sus obras. Al respecto, Hadid comentó alguna vez:
Yo estaba muy fascinada por la abstracción y la forma en que realmente podría conducirme a la abstracción de los planos, alejándome de ciertos dogmas acerca de lo que es la arquitectura
Hadid inicia sus pinturas con ensayos a macro-escala urbana, explorando propuestas para planes maestros y las formas de conexión dentro y entre ciudades. A través de las pinturas de The Peak, la autora propone un hito elaborado en base a una montaña artificial como punto de descanso ante la congestión e intensidad de una ciudad como Hong Kong.
En The World (89 degrees), la arquitecta explora las múltiples capacidades de las nuevas tecnologías y su incidencia en el diseño arquitectónico, produciendo una composición abstracta, una vista casi satelital del mundo, trabajada sólo con ángulos agudos que dan dinamismo al encuadre. El plano es cruzado por una amplia curva de horizonte en movimiento que incorpora los constantes cambios de los estilos de vida contemporáneos.
Hadid también utilizó la investigación gráfica para replantear espacios urbanos existentes, tal es el caso de Grand Buildings Trafalgar Square, que, además de insertar un podio público reconociendo la tradición de reuniones públicas del lugar, introduce edificios con terrazas públicas en altura que conectan con distintos hitos de la ciudad.
Con motivo de un concurso público para diseñar un plan de desarrollo urbano para el entonces existente Berlín Occidental durante la Guerra Fría, Zaha Hadid en Victoria City Areal interviene un contexto urbano ensimismado con corredores programáticos en diferentes alturas que inyectan comercio y cultura en el lugar.
El conjunto Hafenstrasse fue diseñado por Hadid para ocupar los vacíos intermedios en una zona de viviendas verticales tradicional en Hamburgo, Alemania. Los ensayos gráficos plantean una sucesión de construcciones permeables con terrazas que se conectan con el río Elba.
En 1992 Zaha Hadid fue convocada a elaborar una colección de pinturas y dibujos —The Great Utopia— para la exhibición sobre constructivismo ruso en el Museo Guggenheim de Nueva York. Hadid realizó una interpretación del Monumento a la Tercera Internacional (1919–20) del escultor Vladimir Tatlin, además de incursionar con recreaciones de otros artistas rusos como Kazimir Malevich.
En los ensayos para Vitra Fire Station, las pinturas de Hadid materializan y congelan el movimiento de la obra, trazando muros emergentes e interconectados en el plano, dando la sensación de suspenso ante el movimiento inminente.
Zaha Hadid utilizó desde sus días de estudiante la pintura como parte de su amplio y profundo proceso de creación arquitectónica, planteando que nunca hay que dejar de experimentar. A pesar de pintar durante toda su carrera y realizar múltiples exhibiciones de su trabajo plástico, nunca aceptó definirse como artista, ya que todos sus ensayos gráficos forman parte de su constante exploración arquitectónica, utilizando las flexibilidades propias del arte para ahondar libremente en su búsqueda como arquitecta.